Habitación Hioga.

No quería ser un mocoso precoz pero ella lo hacía todo para poner su resistencia al máximo. Gruñe en sus pechos, yendo más profudo y más rápido.

Se arquea contra él, sin aguantar más. Era muy impaciente y lo sabía. Lo separa de ella, de un empujón, y lo sienta en la cama. Busca un bendito preservativo en su mesa de luz.

Se rie suavemente cuando ella lo empuja hasta sentarlo en la cama. La mira embelezado, tocandose despacio para estar completamente listo para ella, la mira deseoso.

-No es gracioso, no es gracioso- murmura bajo, en un español, revisando su cajón. Toma el bendito profiláctico, lo abre y se lo pasa a él.

Como si fuera un artista viste su miembro y la mira, manteniendose a la espera.

Toma su rostro entre sus manos y se sienta sobre él, besándolo ansiosa, candente y femenina.
Lleva una mano a su miembro para introducirlo en ella.

Toma la mano de ella que lo toca y de a poco se va enterrando en ella, haciendola desear.

Suelta un suspiro placentero sobre sus labios, mordiéndolos suavemente. La estaba volviendo loca y él lo sabía.

Sonrie de lado, atrapando sus labios de manera demandante, moviendola sobre él mientras la mantiene abazada a él, algo en ese gesto es desesperado, no quiere volver a apartarla de su vida.

Suelta varios jadeos en sus labios, moviéndose con él. Siente cómo cada parte de su cuerpo cobra vida propia, algo que nunca que labía pasado. Todavía no entendía cómo habían terminado en aquello.

Termina acostandola en su cama, embistiendo profundo y caliente contra ella. Gruñe a su sabor en sus labios, devorandola despacio, diosfrutando de tenerla piel a piel con él.

Suelta el primero de sus gemidos, bajando sus labios a su cuello, donde lo muerde fuertemente ahogando un gemido. Había esperado mucho para aquello.

- Canibal..- gruñe mientras embiste profundo en ella, sonriendo mientras mordisquea con gentileza sus pezones.

Sonríe al escucharlo y suelta otro gemido, arqueándose a él. Se aferra del edredón, tirando su cabeza hacia atrás.

Dsifruta demasiado de verla tan caliente, no escatima fuerza y pasion mientras la embiste, sintiend osu cuerpo aferrarse contra el suyo, arrancandole gruñidos calientes y demandantes.

Levanta su cadera contra él, jadeando audiblemente. Era increíble cómo la ponía, nunca había sudecido aquello.

Mordisquea sus pezones, frotandose contra ella sin dejar de embestirla, ambos parecían dos animales de ese modo, pero no podía evitarlo.

Necesitaba tomar el control ella. Trata de darlo vuelta, pero no podía. Sentía cómo varios espasmos la apoderaban.

Ahora que tanto lo había calentado no la iba dejar tomar nada, sonrie sintiendo que el cuerp ode ella comienza a hacer presión, sus movimientos se vuelven cerrados y largos, profundos.

Era un tremendo jodido. Pero no podía negar que la había puesto mejor que nadie.
Suelta otro gemido, y vuelve a intentar empujar su cuerpo, para tomar el control. Los espasmos venían cada vez más seguidos.

- Te portas bien y te quedas allí..- musita con un toono caliente y divertido, embistiendo contra ella mientras sentia el comienzo de un orgasmo.

Gime fuerte como única respuesta, sintiéndo cómo sus paredes se apretaban a su miembro y cómo un calor inmenso decendía desde su vientre, haciendo presión.

- Te quiero..- susurra despacio, era la prmiera vez que se lo decía, no soporta más aquello, se corre con ella, gruñendo de placer, por lo bajo.

Respiraba irregularmente y audiblemente fuerte, pero había escuchado a la perfección aquellas dos palabras que habían hecho que su corazón desbocara de felicidad.
Toma su rostro entre sus manos y pega sus labios con los de él, besándolo suavemente, feliz.

Sonrie a su beso, acurrucandola con él mientras la embiste, buscando que ella tambien finalice su orgasmo con él.