Habitación Hioga.

Aquella habitación no decía mucho de él, quizás, pero ella lo conocía bastante bien como para saber que era igual a su dueño.
Curiosa por demás, abre el cajón de su ropa interior, para molestarlo.

Lo primero que ella puede ver en ese cajón es un libro viejo, y debajo de eso una bolsita de preservativo.. vacia. Maldice silenciosamente.

Saca el libro y ve aquel envoltorio. Alza una ceja, tomándolo con la punta de sus dedos, y dándose vuelta.
-Te has divertido sin mi- le dice, tranquila, ocultando el tono de diversión en su voz.

- No soy el hombre de hierro, sabías?- le dice muy logico, al menos el se había rebolcado con una cualquiera y no con su enemiga.

-Nunca dije que lo fueras- y ahí empezaba su sesión de lógica. Camina hasta aquel cesto de basura que se encontraba al lado de su cama y lo tira allí, volviendo al cajón.

Pone los ojos en blanco, dejandola revisar, lo importante no estaba allí al menos.

Niega con su cabeza un par de veces, viendo la ropa interior. Ya lo había visto así en una ocación, y seguía opinando que si usaría boxers más ajustados le quedarían mejor.
Cierra aquel cajón y abre el siguiente, encontrándose con una pila de camisetas. Toma la de la selección y la mira, sonriendo de lado. Va hacia el baño de su habitación, con la camiseta en mano.

- Te terminaré violando..- musita, acostandose en su cama, cubriendose entero con su edredón, intentando no pensar en lo que ella podría estar haciendo con su tesoro.

Ríe suavemente al escucharlo, desnudándose completamente y colocándose la camiseta. Dobla su ropa antes de salir, dejándola sobre la tapa del inodoro. Se mira una vez, y sale, con aquella inocencia que no le quedaba bien.

Estaba completamente tapado y cubierto por el edredón, con lo cual se le hace imposible notar quee ella sale del baño.

-Gautier, no me digas que ya estás cansado- musita, sonriendo de lado, parada aún, cruzada de brazos.

- Solo estoy haciendo duelo por el asesinato de..- y todo el resto de sus palabras queda en su garganta, completamente caliente ante la vista que tiene de ella- realmente estás disfrutando..- susura y se pone de pie, quitandose en un tirón su caminseta, caminando a ella con su cuerpo completamente tenso.

Ríe divertida al verlo así, caminando unos pasos hacia atrás.
-¿Quién murió?- pregunta, en tono de broma, divertida. Dios, en aquellos tres meses su cuerpo había cambiado, y mucho. Inconsientemente, se relame.

Niega despacio, no quiere pensar en nada más que ella desnuda con su camiseta de la selección ensima.

- No hay muerto..- susurra despacio- pero tengo un inmenso deseo de enterrarme..- susurra, gamberro delante de ella.

Sonríe de lado, caminando unos pasos hacia él, aparentando inocencia. -Puedo ayudarte en eso- le dice, con voz aterciopelada y sedosa.

La toma por la cintura, rozando sus labios sin besarla, mientras con la yema de su índice delinea su marcado pezón por sobre la camiseta.

Se mordisquea el labio inferior, aferrándose en su cuello, sonriendo de lado. Mira sus labios, ansiosa de ellos.

Esa mano desciende hasta su pelvis, acariciando sus pliegues suavemente, pidiedo permiso mientras acaricia con su nariz el cuello de ella.

Suelta un suspiro, ladeando su cabeza y enredando una pierna en su cintura y presionándolo contra ella.

Despacio toma la cintura de su camiseta y la hecha al suelo, dejandola desnuda ante él, sonrie de lado, besando su cuello mientras dos dedos se entierran profundo en ella, apoyandola entre él y la pared.

Suelta una jadeo suave, cerrando sus ojos, dejando que él se encargara de aquello. Se estremece suavemente, entre jadeos.
Mientras la mano de él le da placer, la suya intenta deshacerse de su jodido pantalón.

Aparta apenas su pelvis de la de ella, dejandole sitio mientras mueve sus dedos en su sexo sauve y torturador, bajando sus labios para poder mordisquear sus pechos.

Suelta un gemido suave al sentir sus labios, sin poder evitarlo.
Se deshace de su pantalón y consigo de su ropa interior, dejando que su mano se encargase de su sexo.

Gruñe de placer, dejandola hacer mientras sus dedos se mueven más deprisa, mordisqueando y lamiendo sus pezones.

-Gautier...- susurra su nombre, concentrándose en su sexo ahora, moviendo su mano con algo de rapidez.