~FIESTA DE BIENVENIDA~ [Todos invitados ;)]

Era SU Paz, SU pequeña. Y ahora sería madre. No podía con ella misma, y tampoco creía que podría con un hijo.
Asiente con la cabeza cuando lo escucha hablar. Quería olvidarse de aquel tema por el momento, luego hablaría con su hermana.
-Hazme olvidar de Paz por ahora- le pide, en un susurro, cerrando sus ojos en su oído.

La atrae a él y la mima con cuidado, paseando sus manos por su espalda mientras la deja que el malhumor se vaya.

Se acomoda en su cuello, pasiva por lo menos con él.

La mima por que es una de las cosas que más le gustan hacer. Suspira, él y su bocota.

Coloca sus labios en su cuello, escuchando aquella canción que estaba sonando y que tanto le hacía recordar a él. Sonríe, tranquila, y feliz de que ahora fuera suyo.

Se mece despacio con ella, siendo uno de los pocos en la pista de baile.

Cierra sus ojos, y deja que él haga lo que quisiera con ella. Suelta un suspiro en su cuello.

- Te acompaño a hablar con ellos si quieres..- era lo menos que podía hacer, además de que tenía que evitar que castraranm a Koda.

Niega con su cabeza. -No quiero hablar con Paz por ahora...- ni menciona a Koda.

- Tienes que hacerlo con ambos tarde o temprano..- acariia su cabello, con calma.

Resopla, infantil. -Lo sé, pero no quiero hacerlo ahora...- musita, dejando un beso en su cuello.

- Eso se llama capricho..- puntualiza, sabía que si ella se nojaba un rato con él, olvidaría lo de Paz y Koda.

-No es capricho, se llama no tener ganas- retruca, alzando una ceja y sonriendo de lado, satisfecha. Se recarga contra la pared ahora, separándose de su cuello.

- Si, se llama capricho..- insiste, no había nada que le gustara más que molestarla.

-Es no tener ganas- insiste, niña, cruzándose de brazos.