El regreso del diablo-

Se mordisquea el labio inferior, sin poder aguantarse.
-Seguramente, tu no lo haces- musita, en tono de burla.

- Yo nunca te eh torturado..- murmura, buscando a tientas donde mierda es que podía meter su mano para violarla allí mismo.

Toma su mano, sonriendo de lado. -Pero estabas por intentarlo- le dice, divertida.

- No, tenía pensado hacerte el amor ya mismo, pero tu te lo pierdes..- susurra soltandose de ella, yendo a un grifo y bañando su nuca de agua helada para calmar su calentura.

Se encoge de hombros, divertida y se sienta en el mesón de marmol, cruzándose de piernas, mirándolo.

Termina con eso y mueve el cabello salpicando todos los azulejos, al menos ahora se sentía un poco más calmo.

- Qué tienes pensado hacer esta tarde?- pregunta, mirandola con una sonrisa gamberra.

Hace una mueca, recordando que tenía que volar a París.
-Tengo unos asuntos en París- seguramente había perdido su avión, pero le daba igual.

- Tenías..- la toma de la mano y comienza a salir con ella por la puerta que conecta al baño de servicio para salir de allí. Ahora nadie la salvaría.

-A dónde...?- ni siquiera termina la pregunta, que ya estan fuera del aeropuerto. Se habían zafado de los flashes por poco y a eso lo sabía.

Realmente no sabía donde ir, solo quería un sitio oscuro e intimo. Piensa mientras la arrastra por la ciudad.