Y que toda tu vida te mate la culpa ♫ {másquelibre}

Estaba sentada en una esquina del aula, acurrucada en si misma, abrazándose las piernas contra su pecho. No se sentía bien. No había encontrado a Paz en la habitación, y aquello no era bueno, estaba más que segura.

Estaba dando una vuelta por los pasillos, distraída, como siempre, cuando pasaba por el aula de pintura, y vi a Lilah sentada, sola, en una esquina, abrazada a si misma. Eso no era nada bueno.
Entré dentró y me acerqué corriendo a ella.

- Lilah... - me agaché junto a ella - ¿Estás bien?

Eleva apenas la vista al ver que ya no está sola en el aula. Sonríe leve al ver a Soph allí. Asiente.

-Sí, estoy bien, no te preocupes -miente, y a pesar de que es una buena actriz, en ese momento se nota por demás que lo hace.

Ladee la cabeza, con una media sonrisa algo desanimada. Le aparté el pelo de la cara, y suspiré.

- Puedes contarmelo, sabes que si ¿verdad? - dije amiga.

-Es una larga historia -suspira pesadamente. -Y algo extraña también.

Me senté en el suelo a su lado, apoyandome en la pared. Primero miré hacia delante durante unos segundos, luego miré a Lilah.

- Tengo tiempo - dije y sonreí de lado, simple, atenta.

Apoya el rostro sobre el hombro de ella, mordiéndose el labio inferior. -Se trata de Paz, no se si la conoces -comienza, vacilante.

Sentí el peso de su cabeza en mi hombro, y yo solo apoyé la mía en su cabeza.
"Paz". La sonrisa se me borró de la cara. Esa chica y yo no nos llevabamos.

- ¿Gauthier? - pregunté calmada - Sabes que no me llevo con ella... y aún no se porqué... - dije confundida - Bueno, ¿qué pasa con... Paz?

-Cierto, lo recuerdo -le dice, algo ausente. Nunca había entendido el por qué de su rivalidad. -Bien.. está enamorada de alguien que odio -empieza a contar, aunque sabe que es una idiotez. -Y, bueno.. -se detiene, pensando como explciar aquello.

Levanté una mano, para que parara un momento.

- No se de muchos a quien odies, pero si es quien yo creo... - immediatamente, la palabra "cabrón" me vino a la mente - Eternalfire - dije segura, sin preguntar.

Moví mi mano, indicándole que siguiera.

-Así es, Eternalfire -afirma pesadamente. -Bien, después de haber intentado hacer entrar en razón a Paz con respecto a él.. lo encontré en los establos del hipódromo -le cuenta, lenta. -Discutimos por un buen rato, hablamos idioteces también. Hasta que ambos estabamos bajo los efectos de la marihuana. No se por qué acepté esa mierda -musita, entre arrepentida y avergonzada.

Le pasé un brazo por la cintura, abrazándola, niña.

- No pasa nada, yo también lo he sufrido... - digo intentando animarla. Pero algo viene a mi cabeza. Marihuana, establos, Eternalfire, Lilah... - Lilah... - dije soltandola y mirandola con la cabeza ladeada de nuevo.

-No hice nada -se ataja de ante mano, sabiendo lo que viene. -O al menos eso creo. La cuestión es que desperté prácticamente sobre él. Pero ambos estabamos con ropa, y no recordamos absolutamente nada. Quedamos en no decirle nada a nadie, asi que te agradecería que guardaras el secreto -le sonríe apenas, desganada.

- Soy una tumba, ya lo sabes... - dije - Bueno, lo de la ropa es buena señal, digo yo... - Le devolví la sonrisa - Pero Lil, ¿que tiene que ver que Paz quiera a Eternalfire, (que me parece muy fuerte) con que despertaras con él? - pregunté ahora apoyando yo mi cabeza en su hombro, confusa.

-Que no se lo conté por completo, obvie lo que viene después de las discuciones. Y estoy segura de que si se entera por otros lados.. -obviamente se refería a Koda- pensará mal, y se enojará conmigo. Además, no la encuentro por ningún lado, y se ha llevado prácticamente toda su ropa.

Me mordí el labio inferior nerviosa, y miré al techo.

- No veo a esa niña tan tonta como para fugarse... - estaba siendo sincera, no la veía tan así - La verdad, no se porque la veo mal... - volví a razonar.

-Tampoco se eso -murmura, riendo apenas. -Pero no queiro pelear con ella por una idiotez tan grande como esta -le dice, puchereando niña.

La abracé como pude, y la acaricié el cabello.

- Aparecerá, lo solucionareis... - dije animándola - Y después te la traes de paseito, y la conozco, a ver si puede cambiar mi opinión sobre ella... - dije medio sonriendo.

Sabía que si hacia buenas migas con Paz, seguro Lilah se sentiría mejor. La situación no es muy cómoda de esa manera.

Se abraza a ella, niña. Realmente le hacían bien sus palabras.

-Gracias por esto, Soph -musita, sonriendo levemente.

- Para eso están las amigas... - sonreí acariciando su cabello - Y no te preocupes más mona, que no me gusta verte a si... ni a mi ni a nadie... - suspiré - Puedo... ayudarte a buscar... - dije vencida.

Ríe suavemente ante su último ofrecimiento, negando leve.

-No te preocupes, supongo que volverá cuando ella quiera -suspira pesadamente, sin soltar su agarre de su amiga.

Me limité a asentír. Me separé lentamente de Lilah, y me apoyé en la pared de nuevo. Me quedé quieta unos segundos, pensando en que hacía solo 2 años, Lil era mi cuñada, y no mi mejor amiga. La miré.

- Estuve con tu hermano el otro día... cuando llegó... - le dije algo ida.

Enarca una ceja al escucharla. Ella recién había podido verlo hacia un par de horas.

-¿Y qué sucedió? -sabía perfectamente lo que ambos aún sentían el uno por el otro, pero se limitaba a hacerse la tonta.

- Pues nada, quedamos en que íriamos de marcha... - dije niña, sonreí arrogante, si, iba a ser cruel, pero no mucho, de bromita - Pero en parejas. Bueno, tú, Rob, Alex, Kimmie, Bram y yo. - sonreí - No pienses que iré sola con él... - dije.

-Es lo mismo que vayas sola.. serán pareja -canturrea niña, divertida ante aquello. Poco a poco se olvida de su problema inicial.