Niega con su cabeza. -Tienes que comer- lo regaña, haciendo caso omiso a su comentario.

Alza una ceja y la mira.

- NO tengo hambre..- lo dice en castellano, quizás así le entendía mejor.

-Te entendí perfectamente- murmura, en su castellano afrancesado. -Pero piensa que necesitas de nutrientes para que tu recuperación sea rápida- le dice ahora, en su perfecto y elegante francés.

Cabecea un par de veces. Ella nunca le dejaría en paz? Bufa y cierra los ojos, o la ignoraba o le tiraba con algo lo suficientemente solido para callarla.

Ríe suavemente al verlo así. -Tienes que comer- vuelve a insistir, sabiendo que la estaba odiando. Pero seguiría así hasta que no comiera algo.

Aprieta los labios, encogiendose de hombros. La comida no tocaba hasta la cena y a esa hora solo podían estar con él los familiares que desearan pasar la noche allí con él, y ella no podía quedarse.

-Puedo traerte algo si quieres- murmura, mirándolo ahora. Una idea se pasaba por su cabeza y no puede evitar sonreír con cierta picardía.

- Qué parte de que no quiero no queda clara?- La mira con una ceja arriba y esa expresion de estar siendo fastidiado como siempre.

Lo mira y se mordisquea el labio inferior. -La parte del no quiero- murmura, sonriendo levemente.

- Te odio..- murmura con los labios apretados, sus costillas molestaban de nuevo.

-Mentira...- murmura, sonriendo suavemente.

- No me tientes..- mmurmura, mirandola ceñudo.

Le saca la lengua, niña por completo.

SUspira, se qeuda alli rescotado.

-Dime si necesitas algo- murmura, levantándose y llendo hacia la vetana de ahí.

Asiente y vuelve a quedarse muy qieto.

Saca de su bolso un cuadernito, donde tenía varias anotaciones: canciones, frases, poesías. Como todo ser, necesitaba descargarse, y a veces no le quedaba otra que escribir. Repasa lo último que escribió.

Se va quedando dormido, el silencio era algo que siempre lo hacía relajarse y sentirse ligero, y esa vez no es la excepción. Una enfermera llega y le pregunta a ella si es un familiar que va a pasar la noche con él.

Le sonríe suavemente, deiciéndole que sí, que se quedaría con él. La enermera la mira con cara de pocos amigos, pero le informa que preparará la cama para ella. Sale de la habitación y ella se sienta en aquella silla que estaba al lado de él. Lo ve dormir y se mordisquea suavemente el labio inferior. Se veía perfecto, sin aquel humor.

Intenta girar sobre si mismo, pero sus costillan se quejan silenciosamente, dandole una puntada. Bufa y entreabre los ojos, la observa allí, pero no comprende que hace, más no le interesa mucho, solo quiere dormir lo que hasta ahora no pudo. Le sonrie con una extraña ternura y vuelve a cerrar los ojos y quedarse quieto.

Se mordisquea el labio inferior, al verlo sonreír así. Nunca lo había visto de aquella manera tan dulce y delicada. Suspira, con una sonrisa tonta en sus labios y vuelve a su cuaderno.

Despierta en plena madrugada, confudido y alg oaturdido, habiendo tenido otra pesadilla, la mira allí y no entiende nada de lo que ocurre.

Se habia dormido en la silla. Había unos platos sobre una de aquellas mesitas móviles.
Estaba hecha un bollito en la silla, cuan niña. Su cuaderno estaba en sus brazos y pegado a su pecho. Dormitaba tranquila.

La mira así y suspira, decide que será mejor despertarla para que cene algo.

- Gauthier, levantate..- le dice, sacudiendola con sumo cuidado.

Se remueve en su lugar, suspirando levemente. Abre sus ojos, parpadeando muchas veces, y lo mira. Le sonríe, dormida, y se estira en su lugar. -Hola- lo saluda, en un susurro ronco.