Te regalo amores! [Libre]

Me baje del taxi y entre a la discoteca, llevaba un vestido dorado de lentejuelas escotado con cuello en V que dejaba a la vista mi espalda desnuda, el vestido quedaba perfecto con mi cabello rubio atado en una coleta alta ondulado. Ademas llevaba unos tacones plateados para desentonar un poco. Atraje la mirada de muchos, mas de hombres, pero no me importo, estaba acostumbrada y no disponible ahora. Me acerque a la barra y me sente en una banqueta.

Llame al barman y pedi una cerveza, mientras la traia me quede viendo a los que bailaban.

Quería salir de aquella academia, aunque al menos fuese un sólo día. Llega a pie a la discoteca de la zona. Su hermana le había hablado bastante bien de ese lugar. Iba con su simple vestimenta, camisa blanca arremangada y pantalones negros, sin descontar sus anteojos ahumados. Hace su entrada al lugar como si de una estrella famosa se tratara, mirando al frente en todo momento.

El barman me trajo la cerveza y cuando estaba por tomarla escuche unos murmullos. Extrañada y curiosa me di vuelta a ver que era lo que hacia tanto alboroto. Hacia su entrada triunfal un extraño chico, extraño porque no lo conocia, aunque no sabia porque pero se me hacia algo familiar. Rodee los ojos y negue con la cabeza con una sonrisa de lado al ver sus caminar prepotente. Regrese a mi posicion original y tome un sorbo de mi bebida, indiferente a los demas.

Va directo hacia la barra, mirando de reojo a la gente que se desplaza para dejarlo pasar sin necesidad que él tenga que pedirlo. Sonríe de lado, demasiado seguro de si mismo. Apoya sus manos en la barra al llegar a esta. Le hace una seña al barman, llamándolo.

Observe que el chico de la puerta estaba a mi lado, sonrei de lado y trate de portarme indiferente.

-Lo mejor que tengas -le pide con tranquilidad al barman, inclinándose sobre la barra para poder hacerse oir.

Oye, no tan cerca. Estoy aqui al lado y yo te escucho perfectamente, no me aturdas por favor- bromee.

Ladea el rostro hacia un lado, observando con una ceja alzada a quien acaba de hablar. -¿Disculpa? -murmura, por sobre el ruido de la discoteca.

Que no grites mucho que yo estoy al lado y me aturdes!- dije medio alto, baje la vista al ver que algunos me miraban raros.

-Ahm, claro -musita, haciendo una mueca. Fácilmente la escanea con la mirada, sin importarle que lo note.

Lo mire y frunci el seño- Observas a si a todas las chicas que te gritan?- pregunte y tome un sorbo de mi bebida.

-No, a todas -responde como si nada, encogiéndose de hombros. Desvía la vista de ella, tomando la bebida que le tiende el barman.

Rodee los ojos por su contestacion y me dispuse a tomar lo ultimo de mi trago.

Se lleva la bebida a los labios, dándole un trago largo. Mueve sus dedos al compás de la música que suena sobre la madera de la barra.

Termine la bebida y me gire a mirarle- Como te llamas?- le pregunte curiosa, se me hacia familiar pero no sabia de donde.

Nuevamente enfoca su vista en ella, apoyando un brazo en la barra. -Bram -responde, arrastrando las últimas letras. -Tú eres..

Rosalie Jones- me presente amable- Sabes, me sos familiar, tienes hermanos o hermanas?- pregunte.

Frunce el ceño al escuchar su nombre. Jones, Jones.. le era demasiado familiar. -Sí, tengo una hermana, Lilah -comenta, mirándola atento.

Asenti sonriendo de lado- Ah, ahora se de donde me suenas. Lilah...- dije y negue sonriendo pensando que el mundo era muy pequeño.

-¿Conoces a Lilah? -la mira atento. La chica no parecía ser muy parecida a su hermana.

Asenti lentamente- Si, somos amigas. Bueno nos llevamos bien ahora, antes no. Es que Lilah es la novia de mi ex- dije y rei leve por la ocurrencia.

-¿Novia? -repite, obviando lo otro que ella le dice, eso había llamado más su atención. -¿Cómo se llama tu ex? -pregunta, frunciendo los labios.

Robert Brandon- dije confundida.

-¿Lilah volvió con Robert? -habla más consigo mismo que con ella. Sacude su cabeza, mirándola. -Lo siento, no estaba enterado de esto, no me hagas caso.