Reina de la noche ♪

No acostumbra a ir a esos lugares. Más bien, apenas fué un par de veces a lugares así y acompañada de su hermana o unas amigas. Las fiestas que frecuenta son muy diferentes. Siempre llenas de muchachas de su edad, sin demasiado alcohol, algo que a ella no le gusta.

Observa la discoteca llena de multitudes. Hombres de todas las edades, mujeres con ropa demasiado corta. Se siente completamente ajena, porque de hecho lo es. Suspira, abriendose paso como puede, llegando a la barra.

Jodete, maldito Scott, la proxima vez te cuelgo de las bolas.-murmura sentado en la barra esperando a un conocido que al parecer no llego
No le gustan que lo jodan y despues no hagan nada.
Se bebe un tequila de un trago, rapido y sin dolor, como acostumbraba.

No pide nada por el momento, no porque no se anime, sino que no quiere hacerlo ya que el alcohol, según ella, hace muy mal y solo se debe tomar en ocasiones especiales o algo así es lo que leyó, no recuerda muy bien como es eso.

Se limita a observar a los presentes, cosa contraria a lo que hacen unos hombres de cierta edad aunque no demasiado grandes. La observan con esa mirada que tienen los hombres, tan degenerados y necesitados.

Odia cuando siente que empiezaa perder su metro cuadrado y esto queda mas latente cuando dos chicas se sietan, cada una a sus lados, como planeando meterle conversacion.
El barman ve su cara y, aparte de reir, le regala una botella de vodka dandole su sabio consejo de "comparte con las señoritas". A lo que responde.- que te den ......- distraido y fingiendo que no ve a nadie mas que a su vaso vacio

Lo mira de reojo apenas una vez, sintiendose notablemente observada por ese grupo de babosos. Se acerca uno a ella, con un aire que el piensa es seductor, pero por el contrario es despreciable. - ¿Aceptas un trago preciosa? - Le pregunta el morocho, dejando el aliento en su rostro, con notable aroma a alcohol.

- No gracias, estoy bien - Murmura cortante, dandole la espalda ahora, sentada en el mismo lugar en que estuvo desde que llegó. Se muerde el labio inferior esperando a que se vaya, cosa que no hace.

La pelirroja de su izquiera le caricia el rostro y eso lo molesta bastante.
Su inexpresivo rostro la mira con muchas intenciones de hacerla pasar un mal momento si sigue.- quita tu mano de ahi .- murmura una sola vez y fue suficiente como para que la mujer sacara su mano y su voluminoso trasero de ahi y se feura a quizas sabe donde.

- No acepto un no como respuesta - Le avisa él, insistente y quizá más que pasado de copas aunque en un diminuto punto, consciente de lo que hace. Rodea su cintura, casi brusco. Ella se sorprende y mucho. Su hermana tenía razón acerca de esos lugares, no debía ir sola.

- Noo, suéltame.. - Pide casi niña aunque sin llegar a serlo, apartandolo como puede con una delicadeza infinita e involuntaria. Está recordando ese consejo que Koda le dió acerca de la bofetada.

Gira en su asiento, dispuesto a irse de ese lugar cuando ve la rubia tratando de safarse de un par de borrachos
Camina hacia alla y abraza a los tipos, como si fueran amigos de toda la vid.- tequila gratis, la pelirroja invita.- señala con la boca a su acosadora y estos peinsan un momento.- se va a acabar.- canturrea.- y la chica se siente sola .- hablaba de la pelirroja

La suerte está de su lado, si que lo está ese día. Observa detallista en extremo el pequeño acto que Koda está montando con aquellos borrachos, agradeciendole por dentro aunque quizá odiandose también por ello.

Respira más tranquila, habiendose agitado apenas un poco por el susto que se acababa de llevar. Es demasiado inocente y eso le trae muchas consecuencias.

Los sujetos no dudan mucho mas y prten casi instantaneamente con la acosadora.
Usa gas pimienta la proxima vez si no estoy.- aconseja, dispusto a partir como si nada

Se muerde fuerte el labio, dándole la espalda para dirigir su habla al barman después de dirigirle un gracias realmente poco audible, parece que ni caso le hizo aunque es todo lo contrario. Pide una cerveza, la cual le rehúsan a dar por su menoría de edad notable. Insiste, terca. No es que le guste demasiado, pero es lo único que probó.

Tiene un par de teorias con respecto a su comportamiento. Nada demsiado arriesgado.
Se para tras de lla diciendole al barman con la cabeza que no le diera nada y este le hacia caso, inventando excusas.-

- Estoy cumpliendo mis 18 hoy, lo juro - Murmura con calma, insistente. Es tan convincente y encantadora que es dificil decirle que no. Sonrie tranquila, casi seductora y MUY impropia aunque eso no importa allí. Nadie la está viendo conociendola, o eso cree.

Se muestra un billite al barman, a escondidas de ella y este vulve a negar en forma de respuesta.
Todo el mundo era transable hoy en dia

Frunce los labios, con una sonrisa torcida, seductora. Apoya el codo en la barra, recargandose leve sobre su mano, delicada, dejando a la vista su escote. El barman apenas puede resistirse. El dinero puede que haga bastante, pero ante todo, es hombre.

Añade dos billetes.
Por él, ella no obtendria su cerveza más por el hecho de molestr que por el hecho de ser un buen samaritano.
Además sabe que ella no sabe beber.

El barman está realmente indeciso. Puede tener dinero, o puede despertar con esa rubia en su cama si es que sus cálculos no fallan. - Solo una - Cede finalmente, entregándole el vaso de cerveza tan ansiado por ella.

Mantiene esa expresión en el rostro, le guiña el ojo con un gesto de agradecimiento. Si hay algo que aprendió, ahora lo pone en práctica.

Enrrolla los billetes y se lo pone en el sosten a una chica que pasaba por ahi.- tu te lo pierdes.- modula, sin emitir sonido.
Se sienta dos asientos mas alla de ella

Toma un sorbo de su bebida que tanto le costó conseguir. La traga como si realmente le gustara, odiandola al sentirla pasar por su garganta. Evita hacer una mueca de asco. Solo toma otro sorbo, discreta y muy.

Se apoya en mano , viendola fijamente, distraido.
Qué pasaba por su mente?. Probablemente mucho, solo que no se sabe exactamente que.
El barman lo mira como queriendo su dinero igualmente.- jodete .- murmura cuando lo tiene cerca, sin mirarlo

Toma otro sorbo, más largo esta vez. Frunce los labios, arruga leve la nariz realmente despreocupada de todo aquello.
Ahora solo le interesa su bebida, su asiento y ella misma. No observa a nadie en especial. Solo alguna que otra mirada al barman que parece suplicante aunque no con ella.

Las constantes miradas del barman a su bolsillo terminan por sacarlo de sus pocas casillas.-te dije, la rubia o la plata. Cagate ahora.- murmura en voz alta, frotnal con el tipo

Frunce el ceño al escuchar y aún peor, reconocer, esa voz. Tiene la terrible sensación de que esa rubia que el mencionó, es ella y no por su constante ego.
Voltea, observando a Koda, ciertamente distante. Arquea una ceja, para que continúe sin problemas, curiosa.

Creeme vas a perder mas cuando te denuncie por acoso que lo que yo te ofrecia porque no le dieras cerveza.- mirandolo a los ojos, sin percatarse de la mirada de ella

Frunce el ceño, entreabriendo apenas la boca. Echandole una mirada fulminante a Koda al escuchar eso. Se termina su cerveza de un sorbo sin percatarse de ésto. Deja el vaso en la barra, por ahí. Se levanta, se acerca hasta él quizá un poco mareada por la cerveza pero nada fuera de lo normal. - ¿Porqué hiciste eso? - Le pregunta cortante.