¿Qué te parece si empezamos de nuevo, el juego del baile? ♪

- Siempre lo fui - musita, ya restandole importancia al tema. Pero sí el queria seguirle el juego entonces, bienvenido sea.

Se separa de él y recorre la cocina, buscando donde habia mejor vista allí, tal vez en la ventana seria un buen lugar.

La observa alejarse de él, y se rie, sordamente. Baja la cabeza, negando.
- Huyes de mis acusaciones, por lo que veo.. - Contraataca, tranquilo.

- Noop - dice sin más - Solamente quiero saber donde podré sentarme a dibujar - le cuenta tranquila, mirando la encimera donde habia dejado su bolso.

Luego vuelve la vista a él ¿Qué acusaciones? A veces Rex era un jodido rompecabezas, pero eso nunca la desespero.

-Claaaaaaaro, Elle... - Musita, nombrandola por su segundo nombre.
Mira su reloj, debería ir a practicar ahora.

- Olvidalo.. - susurra, era imposible entenderla a veces, nisiquiera ella lo lograba - Y, ahora, donde están sus chicas, señor Géminy? - pregunta al ver el gesto que hace.

No le importaba que la llamen Elle, Rheese, Mademoiselle Von Toussle o como a la gente se le ocurriese, mientras que no sea para maL.

-Todas en Francia, por supuesto. No se que te extraña que sea tan, como se diría.. gagnant - Le sonrie, divertido. Observa el bolso sobre la mesada, de reojo. Para luego volver a ella.

- Así que no tendrás quien te acose por ahora - bromea, el 'gagnant' estaba de más. A ella solamente le parecia su caprichoso e infantil primo Rexy, al cual debia admitir, queria como a pocos.

Así siempre habia sido ella respecto a la familia, amaba la suya y eso jamás creia cambiar. Camina otra vez donde él y su bolso.

Se le para adelante, quedando entre ella y la encimera. - Quiéres en bolso? - Inquiere, crío. Tomandolo por detrás de su espalda.

Mira lo que hace y bufa - Reeeeeeexy, no empieces! - pide cría - Quiero mi bolso - pucherea, allí tenia sus dibujos y otras cosas relacionadas más consigo misma y otras tantas con: el arte.

-Oh...- Lleva un dedo a su boca, callandola. Dejando el bolso aún en su espalda. Él no era de provocar mucho a las personas, pero ahora, y con ella, se divertida de sobras.

- Es que si no me devuelves mi bolso, no podré dibujarte! - le dice, tomando su mano y 'devolviendosela'

-Yo ya estoy dibujado por los mismos angeles, no necesito que alguien más lo haga.. - Bromea, sonriendo de lado. Estira la mano con la que sostiene el bolso, hacia arriba. Para que no llegue.

Le era imposible saltar con los tacos altos que habia usado en el viaje y que ahora llevaba, esos que Zaphyra le habia regalado para su ultimo cumpleaños. Y su primo era más alto que ella, así que solamente intenta ponerse en puntas de pie, en vano.

- Angeles? Querras decir demonios! - se queja, infantil - Vamos Rex, quiero mi bolso - insistente le decian.

Rueda los ojos ante aquel comentario. - Estas celosa, porque desearías que yo no fuera tu primo - Suelta de la nada, riendo. Mira sus tacos y su corto vestido pero no dice nada, pasa saliva y sigue jugandole con el bolso.

- No, tienes razón, Rex - consede - En estos momentos preferiria que fueras un desconocido y que también seas muy timido como para hablarme - inventa niña, le saca la lengua y se cruza de brazos.

-Claro que no, te gustaría que yo fuera un muchacho ingenuo, para poder sacar a la luz aquella parte pervertida de tí, que se que te la guardas muy bien - Inventa, solo porque quiere saber que le responde y como actua.

- No necesitaria que fueras un muchacho ingenuo para poder usar esa parte de mi - le aclara - Pero como sea, nunca la usaria contigo - termina, volviendo a sentarse en la encimera, mirando el bolso en su espalda.

Se da la vuelta, para que no agarre el bolso de todas maneras.
- No la usarías conmigo, claro.. - Suspira, cerrando los ojos.

- No, solamente la uso con chicos más lindos de la Academia - inventa, aún cruzada de brazos. Con su siempre apariencia de niña mimada y tonta que ni por asomo se le acercaba a su personalidad.

-Eso me hiere.. - Infla sus mejillas, cruzado de brazos. Deja el bolso caer y le da la espalda.

Se olvida del bolso incluso cuando él lo deja caer - Oh Rexy, lo lamento - dice, abrazandolo por detrás. Besa su hombro por encima de la camisa de él, dulce.

La mira de reojo, dejando salir una sonrisa divertida, apenas notoria. Pucherea, aprovechando la situación. - Yo soy lindo.. - Murmura, niño.

- Yo nunca dije que no lo seas - dice, con la vista perdida en algún lugar. Aún firmemente abrazada a él, suspira pesado.

-Si yo fuera lindo, usarías tu lado pervertido conmigo, y no lo haces - Se queja, ladeando el cuello. ¿Qué lo impulsaba a decirle aquellas cosas? Ni él sabía.

- Es que eres mi primo, casi mi hermano Rex - dice despacio, ella le encontraba la logica al tema de la conversación, aquella que le parecio que se fue desde que llego a la Cocina.