De seguir asi su entrepierna no aguantaria mucho.
Se uerde los piercings del labio, casi depravado.

- ¿No vas a quedarte toda la noche ahí parado, verdad? - Pregunta como si nada. Abre sus ojos, llamándolo con la mirada.

lo sabia ......-murmura tirandose al lado de ella. Atrapa sus labios al instante

Sonrie en sus labios, besándolo pasional y delicada, apenas moviéndose para darle más espacio a él.

Acaricia su cintura por sobre la sabana, corriendola mientras su mano avanzaba.
Profundiza el beso

La sábana ahora está con todo el otro monton de mantas, ropa y quién sabe que otras cosas más, quedando ella en ropa interior. Sus piernas desnudas acarician suave las de el, casi un roce.

Devora su cuello con hambre, adicto a la suavidad de este.

Ladea su cuello sutil, dándole más espacio al sentirlo en éste. Cierra sus ojos.

Para tener dieciseis ella aparentaba más y en parte era su culpa.
Desliza su mano por su espalda, desabrochando su brasier.

El ritmo de su respiración aumenta, volviéndola más levemente acalorada.

Acaricia sus pechos en perfectos circulos.
LLeva su mano libre a sus bragas, tanteando ahi.
Su respiracion se agita leve junto con la de ella

Jadea despacio, arqueando solo un poco su espalda, delicada.

Acaricia su entrepierna, sin dejar de vesar su cuello
Se acomoda arriba de ella

Se estremece ante sus caricias, mordiendose el labio inferior, no demasiado fuerte.

Besa sus pechos, húmedo, mientras se deshace de su propia ropa.

Ahoga un gemido, sin querer demostrar tanto su debilidad por el, por más obvia que sea.

Se inclina de a poco, sentandose con ella arriba suyo luego de haberse deshecho de toda su ropa.
Besa su hombros, acaticiando su cintura

Deja sus manos sobre sus hombros, dejándose hacer por él. Respira más acalorada, siempre manteniendose femenina, inocente.

Hace presion en su entrepierna con la suya, jadeando ronco en su oido

Entreabre su boca, dejándo escapar un gemido leve de su garganta al sentir esa presión, suave.

Le quita la ultima prenda de su ropa interior.
Toma su cintura, apegandola mas a su cuerpo

Busca sus labios, besándolo con hambre. Deja su mano derecha en su nuca, atrayendolo apenas un poco más hacia ella, sutil.

Se hunde en ella, devorandola a besos jadeantes.

Baja esa misma mano por su cuello, dejandola ahora en su pecho. Arde de deseo por dentro.

Se mueve en ella , besandola con hambre.
Muerde su labio sintiendo la estreches de su sexo