Asiente con su cabeza un par de veces despacio, jugando ahora con el cierre de la cartera. Abriendo y cerrando, provocando ese sonido tan molesto.

-¿Qué hacía aquí, Paz? -pregunta. Su voz suena fría, a pesar de que ella no quiere eso.

- Vino a traer mi cartera.. - Murmura como si nada, aún jugando con el cierre. No se da cuenta de que la proxima pregunta, posiblemente sea, porqué Koda tenía su cartera.

Frunce ligeramente el puente de la nariz. No, aquello no le gustaba para nada. Sabía que su amiga era bastante grande como para elegir lo que quería y convenía, pero tenía la necesidad de hacerla entrar en razón.

-¿Por qué la tenía él?

- La olvidé anoche - Cualquiera puede pensar cualquier cosa de esa frase, pero ella está en su mundo, jugando con su cartera, y no piensa en el doble sentido que las personas pueden tener.

-¿En dónde? -vuelve a interrogar, cuasi fulminándola con la mirada.

- En la puerta de la discoteca - Explica tranquila, ida. Abre la cartera de una vez por todas, busca algo adentro. Su mano choca con un papel que no estaba antes allí. Lo saca y lo desdobla, quedando con los ojos en blanco al ver que es.

Observa la cartera detenidamente, luego la expresión de Paz. Suspira pesadamente, incorporándose de la cama, caminando hacia ella.

-¿Qué sucede ahora? -pregunta con desgano.

No le responde, solo le extiende la hoja con la canción de Koda escrita en ella.

Toma aquella hoja que le tiende, leyéndola lo más rápido que puede. Sube la vista al terminar, confundida.

Se muerde el labio inferior. Realmente está confundida, pero no con lo que ella siente hacia el, eso lo tiene claro. Sino que no sabe que es lo que el siente por ella o si solo son sus ideas.

Se muerde el labio, devolviéndole la canción. Aquello era extraño. Realmente no entendía a Eternalfire, y lo que había hablado con él la confundía más, a pesar de que no le diría eso a su amiga.

Guarda la canción en una pequeña caja de madera con cosas importantes para ella. Puede sonar tonto, pero ella lo considera útil. Deja la caja bajo la cama nuevamente.

Se queda en silencio. En ese preciso momento no quiere romper la supuesta felicidad de Paz.

Suspira pesado, sonrie debilmente solo para no perder su escencia. Se levanta y busca algo de ropa en el placard.

La sigue con la vista, mordiéndose el labio inferior. Sigue tratando de comprender la mente de ella, su relación con el chico.

Musculosa bordó y jean oscuro es lo que va a usar a partir de ahora. Busca más ropa y va directo al baño, para ducharse.

Suspira, yendo nuevamente a su propia cama. Se sienta allí, totalmente ausente.

Comienza a ducharse, tardando varios minutos, lo típico de ella. - ¿Qué ocurre Lilah? - Le pregunta en un grito para que la escuche, tranquila.

Se sobresalta al escucharla, tan metida en si misma que hasta había olvidado que no estaba sola.

-Nada, ¿por qué lo preguntas? -le dice, en el mismo tono que ella había utilizado, esperando que la escuchara.

- No me regañaste y estás muy distraida - Continua a los gritos, despreocupada. Ahora tiene un dilema. Shampoo de frutos del bosque o coco.

{xD}

-Supongo que no he dormido muy bien -responde a aquello, en parte era verdad. Gira en la cama, quedando de frente a la puerta del baño.

{O.ó frutos del bosque *o*}

- ¿Porqué? - Curiosa. Se pregunta si los alumos que pasean por el pasillo las oiran. Frutos del bosque definitivamente, cambia de pensamientos tan rápido.

-Pesadillas -responde simple, mordisqueándose el labio inferior.

- ¿Cuales? - Es demasiado curiosa pero sin darse cuenta. Está a punto de salir de la ducha, solo espera unos segundos más.