Silenciosa como ella sola, entró al teatro, el cual estaba casi vacío a excepción de unas cuantas personas, la mayoría parejas, que se encontraban allí. Siempre que iba a ese teatro recordaba las veces que sus padres la había llevado a ella y a sus hermanos a los teatros de París. Sonrió de lado al recordar su primera vez, como se había asustado con los trajes de las mujeres, las cuales la habían llevado al escenario ya que su padre era una de las personas más importantes de Francia y hasta del mundo.

Observa a una persona conocida, sonríe amplio al ver de quién se trata. -¡Kay!- dice haciendole señas, a pesar de que la chica ya la ha visto.

Ríe ante la acción de su amiga. - ¡Por supuesto que soy yo! - exclama riendo.

- Estoy en la academia, ¡al fin convencí a mi madre de que me trajera! - sonríe amplio.

- Sabes que no soy muy buena bailando... ¡Obvio en canto! - dice riendo.

- ¿Fotografía? - pregunta.

- ¿En serio? No me esperaba eso - dice frunciendo leve los labios.

-Es que como te gusta la fotografía pensé que...- dice disculpándose.