- Y eso qué tiene que ver? - Para él, no había limites entre la familia. Despues de todo, sus propios padres eran algo así como primos lejanos, y se conocián desde siempre.

- Qué pretendes que termine por decir? - pregunta ya totalmente confundida, no entendia la actitud de su primo y eso la inquietaba. Se separa de él y lo voltea, dejandolo ahora, frente a ella.

-Huuuum.. - Se queja, crío. Para evitar respuesta alguna.

- Qué es hum? - odiaba los juegos y las vueltas a veces, se mordisquea el labio inferior.

-Es.. Huum... - Aclara, cruzandose de brazos. Como si fuera algo totalmente logico.

Rueda los ojos y bufa. Le da la espalda, levantando su bolso negro y dejandolo sobre la encimadera.

Camina hasta la heladera a paso lento, ya habia olvidado que habia ido a la cocina con ganas de comer algo.

La mira desde su lugar, ladeando el cuello apenas.
- Tengo una idea, nos tomamos una chocolatada? - Le sonrie, niño. Haciendo puchero.