Llega a la cocina, a paso despreocupadamente tranquilo. Dirije su caminata derecho a la heladera, donde saca una botella de agua. Siempre tan cuidadoso.

Una vez que la tiene en mano, se recarga en la mesada, llevando el pico de la antes nombrada a su boca.

Estaba en la cocina hacia un buen rato ya, con la vista fija en el paisaje que se alzaba en la ventana. Cuando escucha un ruido que la saca de su mundo de colores y voltea. Pasa saliva al verlo ¿Qué hacia él ahí?

Toma un trago largo de agua, ese mismo día había llegado y moría por conocer mejor el lugar. Baja la botella, y la tambalea. Conformandose con ver el ruido que hacía el agua allí dentro, revolviendose.

Por un momento piensa en ignorarlo y salir de allí, pero eso seria muy infantil. Bueno, tal vez no tan infantil como él se veia admirando el ruido del agua al revolverse. Suspira apenas audible y le da un toque a su hombro derecho.

Se despeina el cabello antes de sentir un roze en su hombro. Mira por encima de si mismo, frunciendo leve el ceño.
Sonrie amplio al ver a su prima allí, la había encontrado antes de lo que esperaba.
- Rheese! - La abraza crío, cariñoso. - Cómo esta la pequeña más linda? -

Debia admitirlo, Rex habia cambiado de como lo recordaba. Hacia bastante que no se veian, pero Zaph le contaba siempre que él seguia igual de cariñoso y más guapo cada día, tipico de su hermanita con respecto a él.

- Hola, Rex.. - saluda también, dejando que él la abrace - Como, como llegaste? - pregunta confundida ante todo.

Maquina la respuesta unos instantes, antes de decir lo correcto y lo sincero. Se separa de ella, mirandola.
- Mamá me dijo que estarías aquí, se lo dijo la tía. - Se encoje de hombros, era un niño ante todo. - Te divertiriás sin mi? Que mala prima.. - Se cruza de brazos, mientras levantaba las cejas, a la perspectiva.

Se queda en frente de él, esperando una respuesta - Ammh - empieza, distraida como siempre - Pero nunca creí que tu vendrias - le confiesa, era una de las ultimas personas que esperaba ver allí - Mala prima yo? Nunca dije que iba a divertirme sin tí - se excusa, dejando a la luz su parte más cría.

Deja esa sonrisa de lado, tan tipica y monotona de él.
- Nadie se divierte si no estoy yo..- Concuerda con ella, para darse la vuelta y caminar hacia la helasdera, dejando allí dentro la botella.

Se sentó sobre la encimera y apoyo su menton en su mano, siguiendo a su primo con la mirada en todo momento.

Piensa en su familia ahora, en Leónel y Zaphyra sobre todo - Y, como están tus padres? - Ese no era el mejor tema de conversación, pero hacia mucho que no tenia noticias de sus queridos tíos.

Cierra la heladera trás él, y se recarga en la puerta sólo con un brazo.
- Ya sabes, como siempre.. yo no me meto mucho en sus asuntos y tampoco hablamos mucho, aunque sigue con esa obstinación de regañarme cada vez que no hablo francés.. - Rueda los ojos, desde pequeño había tratado de dejar su acento natal, y lo lograba cuando quería. Pero en presencia de sus padres, ni modo. Debía hablar aquel idioma sin pretextos.

'Como siempre', si no hubiese hablo del idioma le hubiese preguntado que era exactamente eso. Pero decide observarlo aún desde su lugar - No le encuentro lo malo, chère cousine - le dice con una sonrisa torcida adornando su rostro. A diferencia de él, ella amaba él Francés y también el Romano.

Entrecierra los ojos, serio. Pero obviamente divertido con todo ello.
- Mets-toi ton chère cousine tu sais déjà oùde - En su acento francés tan elegante y sútil, que era una real perdida que no lo usara.

Reprime una risa al escucharlo, negando para sí - Toonto - le dice divertida, ya sin necesidad alguna de usar su acento, aunque por más que no lo hablara, se le notaba melodiosa en la voz, tanto como el Romano.

Esboza una sonrisa corta y falsa, para terminar riendo.
- Y por mi otra casa? Cómo estan todos? - Se refiere a la suya, por supuesto. Es que siempre había casi, vivido en la casa de sus tios. Y le había tomado un cariño increible a cada miembro de aquella familia.

- Crei que tú deberias saberlo ya - Rex se habia criado practicamente con su familia, de ahí el cariño tan grande por parte de su hermana menor.

Ella habia viajado la ultima semana, pero suponia que su familia estaria tan bien como cuando se fue.

No he tenido mucho más contacto que una llamada con Zaph hace tres semanas.. ¿Sabes cómo esta ella? - Sonrie ante esa ultima pregunta, eran muyu pegados, era co mo la hermanita menor que no había tenido nunca.

Asiente lentamente, con una sonrisa amorosa al pensar en los suyos - Ella está bien, algo nerviosa por esto del secundario - le cuenta tranquila, en sus ojos se veia lo orgullosa que estaba de su pequeña hermana.

Le saca la lengua - Hermana orgullosa - Rie, crío.

- Como para no estarlo - le saca la lengua también, divertida - Y, qué hiciste en este ultimo tiempo? - pregunta de pura curiosa que era.

- Mi vida es muy monotona, ya sabes.. Natación, chicas, ejercicios, chicas... - Suspira, dejando entre ver una sonrisa - Sacando eso, chicas.. - Rie, divertido.

Rueda los ojos, esas eran justamente las actitudes que NO habia extrañdo de su primo - Oh! Esti un adevarat idiot, Rexy - le dice, su gran mania de 'insultar' en Romano o en Francés no podía faltar.

-No todas dicen lo mismoo - Canturrea, sin dejar de reirse. Siempre alegre.

Se baja de la encimera con soltura y elegancia a la vez, con ese perfil tan aristocratico que habia heredado de su madre.

- No me importa lo que digan las demas, yo soy unica - Sí, ella era unica, y egocentrica además.

La mira de arriba a abajo, para terminar en un "Bien". Se acerca a ella hasta pararse enfrente. La mira con ojos tranquilos, desde su lugar que no muy lejos de ella quedaba.
- Así que eres única Rheese... - Susurra, haciendo un gesto de satisfacción en su rostro.