Vuelve a cortar un bocado de aquel exquisito salmón, saboreándolo, mientras escucha su respuesta.
-Deberías de tenerlas- murmura, cuando termina de tragar. Le hacía falta una mujer que pudiera con tu talante.

Niega, es rotundo, Para él había dos tipos de mujeres, sus dos hermanas y el resto. Y no solia interesarse en el resto por más de una o dos noches. Suspira, mirando el anillo que él llevaba en su dedo anular, uno negro. Regalo de su abuela Marianne.

- Las mujeres no son un partid oque desee jugar..- le aclara.

Niega con su cabeza a su respuesta, en total desacuerdo con él.
-Deberías intentarlo- es lo único que dice. Para ella misma se guardó el resto de la frase: "... o creería que eres un frígido o un sin corazón". Suspira, conteniendo una sonrisa ante su pensamiento.

- No tengo corazón..- declara con toda tranquilidad, y eso era lo que siempre quería aparentar. Asi pasar de la gente y de involucrarse de más con ellos.

Fija sus ojos miel en los ojos cielo de él, sabiendo que aquella frase no tenía ni pies ni cabeza.
-No seas tonto. Si no tubieras corazón, no me hubieras invitado a sentarme conmigo- declara, obvia, sin apartar su mirada de la de él.

- Bien, pues te invito a volver a tu solitaria mesa..- dice sin siquiera sentirlo, con esa expresion en el rostro que le decia con claridad que no iba en serio, sino que queria pasar de tema, no era bueno en eso de las emociones.

-Mientes.- era una experta en esas cosas. A ella no la engañaba, a pesar de que no lo conocía lo suficiente.

- Te lo hare muy simple como a Robert, en momentos así te odio..- le ofrece una sonrisa falsa, que en el fondo es muy gentil y sincera, pero esta claro qeu eso él no llega a advertirlo.

-Tú tambien me simpatizas, lindo- dice, sonriéndole sincera, ladeando su cabeza. A pesar de ser un insufrible anti-social, y cerrado, le simpatizaba.

- Sé que soy lindo..- le dice como si nada, no se daba cuenta pero estaba siendo altamente más agradable que por lo general.

Ríe suavemente, llevándose su copa a sus labios, bebiendo de su contenido.
Niega con la cabeza, cuando la separa de sus labios. Ahora sí, le simpatizaba.
-Nunca dije lo contrario- se defiende, sonriéndole con fingida inocencia.

La mira y si hubiera estando comiendo o bebiendo escupiría todo. Eso se tornaba demasiado..intimo y extraño. La mira con una ceja alzada.

- Ok, esto es extraño y desconcertante..- le dice mirandola.

Ríe otra vez, negando con la cabeza.
-Si soy amable, te quejas... Si soy odiosa, tambien- susupira, ladeando su cabeza y mirándolo con una sonrisa en sus labios. Aquello la divertía por sobremanera.

- Te prefiero odiosa, estoy mas acostumbrado..- admite, con esa sonrisa involuntaria que no llega a reffrenar.

-Pero amable te puedo sonsacar una sonrisa- señala, sonriendo altanera. Ni siquiera sabía el motivo de su comportamiento.

Alza un ceja, al notar la sonrisa se lleva una mano a los labios y aparta la mirada, siempre evasivo y algo crio.

Ríe ante su gesto, negando con la cabeza. -Es algo que quedará entre nosotros- asegura, guiñándole un ojo. Al fin y al cabo, le había dado la razón: sí tenía corazón.

- Te odio taaaaaaaanto..- bufa, picandola con la mirada.

-Se que en el fondo, pero muy muy muy en el fondo, me quieres- dice, egocéntrica al máximo. Había resultado ser una linda velada después de todo.

- Sabes que no es cierto..- le refuta, con esa actitud altiva y molesta de siempre.

-Sabes que si Gautier, a mi no me engañas- susurra, volviendo a pelearlo como siempre, pero ésta vez con una sonrisa en el rostro.

- Siempre eres tan parecida a Paz en lo fastidiosa o simplemente lo haces por hobby?- lo pregunta serio, pero su tono es más suelto y jovial que siempre

-¿De dónde crees que Paz sacó aquella manía de ser tan pesada e insistente?- le responde con una pregunta, realmente divertida, imitando su seriedad torpemente.

Pone lo ojos en blanco y hace una muda plegaria al cielo, sI Mischa lo dejaba en paz.. bueno ya veeria que hacia.

Aprieta sus labios, para no reírse de sus gestos. De aquella manera, Gautier le agradaba.