- Estudio arte - Sonrie niña. - Es más seguro para los demás.. - Bromea tranquila, pero diciendo esto muy enserio.

- No será para tanto…-Dice, quitándole importancia. Se ríe entre dientes.

- No dirías lo mismo si me vieras haciendo algun deporte - Asegura sonriendo leve, pasiva.

- Bien, me arriesgo y te invito a que algún día juguemos un partido de tenis.-La observa con una sonrisa.

- Acepto. Pero no me hago responsable de lo que pueda sucederte - Le avisa divertida, manteniendo esa sonrisa en el rostro.

-Se encoge de hombros, divertido.

- Y si no me haces nada, me invitas a cenar.-Le dice, alzando ambas cejas.

- Me parece bien, aunque no creo que eso suceda - Está convencida de que el terminará con un golpe o algo por el estilo, aunque trate de evitarlo.

- Eso ya lo veremos.-Le sonríe de lado, no creía que la chica fuera tan torpe o desastre en los deportes.

- Peeerfecto - Tranquila, se sienta de chinito en el lugar del sofá donde está, acomodandose. - Y si te golpeo o algo por el estilo... - Piensa por varios segundos. - ..me encargaré de curarte, se algo de primeros auxilios - Asegura tranquila. Si bien no se equivoca, era de primeros auxilios el curso al que asistió.

La mira con algo de desconfío, mordiendo su labio inferior.

- Mientras que no acabe peor…-Comenta.

Arruga la nariz, no demasiado confiada en su habilidad para ello pero si en su mejor voluntad. - Tranquilo, fuí a un curso de primeros auxilios hace unos años - comenta despreocupada.

- ¿Hace unos años? ¿Cuántos exactamente?-Pregunta, no muy seguro de querer que ella haga de su enfermera.

- No estoy segura - Se encoge de hombros tranquila, calma. - No más de cinco, eso sí - Aclara.

Definitivamente no iba a dejar que le hiciera de enfermera, aunque la chica fuera con sus mejores intenciones.

- ¿Sabes? Creo que hay una enfermería así que no hará falta que me ayudes.-Le dice, sin querer ofenderla ni molestarla.

- Hay enfermería, ¿Pero acaso viste a la enfermera? - Sonrie maliciosa. Ella no conoce a la enfermera y tampoco la vió nunca.

Maldice interiormente, ¿en que mente cabía una enfermería sin enfermera? En la suya desde luego no.

- De todas formas hay un hospital cerca…-Dice, intentándola convencer de que no necesitaba su ayuda.

- ¿Acaso no confías en mis enormes habilidades como enfermera? - Pregunta inocente, frunciendo los labios en una sonrisa torcida.

Finge pensar, tomando su barbilla con su mano.

- Mmm… No.-Le contesta después de unos segundos.

- Haces bien. Ahora que lo pienso no recuerdo si era un curso de primeros auxilios o uno de carpinteria.. - Frunce el ceño perdiendose en sus propios pensamientos, distraída. Es divertido verla así.