No había cumplido con sus expectativas de esa tarde: entrenarse a más no poder. Pero en cambio de eso había recibido algo mejor, su camarada estaba en la academia. Y sin duda, eso era mejor. Entra al comedor seguido de él. Va y toma dos bandejas, entregándole una a Hioga.

Asiente, caminando a un lado de su bro, con calma y esa nota de ausencia de todos los demás. Toma la bandeja y camina a su lado mirando lo que hay allí para comer.

Observa el menú, hace una pequeñísima mueca. Lo único que se veía apetecible eran unas hamburguesas con papas. Y eso era lo que iba a comer, lo demás no le atraía en lo más mínimo.

- Sigues con tu dieta estricta de porquerías?- pregunta sardónico, cogiendo lo mismo, ambos eran un asco comiendo.

-La vida es una, hay que disfrutarla al máximo- dice calmo, buscando una mesa vacía.

- Amén!- lo lleva a una mesa donde no hay nadie y estan demasiado lejos de los demás, así pueden charlar.

Ríe ante su respuesta, negando leve con la cabeza. Se sienta dando la espalda a la entrada.

Se sienta, mejor dicho se deja caer en la silla, pesado.

-Tus animos me emocionan- dice sarcátisco, sonriendo.

- Lo sé, causo siempre ese efecto..- pone los ojos en blanco, buscando mostaza.

-¿No habíamos dejado claro que el egocéntrico era yo?- ríe, dándole un mordisco a su hamburguesa.

- Hasta donde yo me acuerdo yo era el egocentrico, antisocial y de buen trasero..- sip, de alguna manera el sabia lo que se comentaba en los vestuarios de damas.

-¡Ajá! Te he descubierto- bromea riendo.

- Tengo dos hermanas, una vez la pequeña Avril fue a donde la directora por agarrarse a los pelos porque una amiga hablo de mi lindo trasero..- le dice con calma, y sin pudor, mordiendo su hamburguesa.

-Oh sí, claro. Posesiva, ¿eh?- muerde de nuevo su hamburguesa.

- Solo un poco, solo un poco..- se rie suavemente, recordando el episodio.

Ríe entre dientes. -Tienes suerte- dice de la nada.

- Sips, morire soltero..- se rie suavemente, mordiendo de nuevo su hamburguesa.

-Que mal por esas chicas que dijeron que tienes un bonito trasero- dice riendo entre dientes, mientras le da otro mordisco a su hamburguesa.

- Ya me encargue que no lo lamentaran..- asegura en ese tono bajo y de contrabandon, con esa sonrisa ladina en los labios.